La visita en modo campaña de Javier Milei se vio trunca por las protestas que no se convirtieron en desbordes de casualidad. Mientras, Gustavo Melella y Walter Vuoto, desde sus lugares, propiciaron un escenario que convirtió en vÃctima al presidente libertario.
Javier Milei concretó su segunda visita a Tierra del Fuego. Lo hizo en modo campaña, para apuntalar a los candidatos de La Libertad Avanza de cara a las elecciones de octubre próximo. La visita incluyó una recorrida por la planta fabril de Newsan en Ushuaia, donde fue recibido por el CEO de la firma, Luis Galli. Hubo tiempo para las fotos con los trabajadores y una recorrida por las líneas de producción.
Más tarde, estaba previsto que Milei encabezara un acto en pleno centro de Ushuaia y en la vía pública. Sin embargo, no pudo ser. Los que tenían expectativas de escucharlo debieron conformarse con una breve aparición del presidente en la puerta del hotel Albatros, donde megáfono en mano, pidió respaldo electoral y aseveró que 'hay que dejar el pasado atrás y hay que avanzar'.
La situación podía desbordarse y el clima enrarecido obligó a Milei a reformar su agenda. Es que desde temprano circulaban en las redes sociales las capturas de pantallas de funcionarios provinciales y de la capital fueguina que arengaban a movilizar.
Quedó en evidencia la fractura que existe en la sociedad y la falta de reflejos de ciertos dirigentes políticos que lejos de pacificar las aguas, parecen haber estado dispuestos a que suceda lo peor, a partir de la actitud pasiva-agresiva que adoptaron y que ratificó, a la luz de los hechos, que Milei tiene a los mejores jefes de campaña en este circo de lo absurdo.
Gustavo Melella, fiel a su estilo, decidió victimizarse. Convertido en un mártir, se opuso a la llegada de Javier Milei a Tierra del Fuego mediante varios posteos en las redes sociales donde citó las razones por las cuales el presidente, según su punto de vista, no es bienvenido en la provincia.
Entre ellos, mencionó razones ligadas con la soberanía y la defensa de la Causa Malvinas. Si, el mismo gobernador al que le plantaron un radar de origen ingles en Tolhuin y eligió mirar para otro lado con indiferencia y hasta complicidad tanto que Jorge Taiana, ayer ministro de Defensa y hoy candidato a diputado bonaerense por el mismo espacio que Melella, responsabilizó allá por febrero de este año al asegurar que hubo 'una actuación de la provincia que dio todos los pasos administrativos necesarios para que ese radar funcionara'.
Melella desaprovechó una oportunidad única para reclamarle a Milei los fondos prometidos para obras que le permitan a Ushuaia tener luz sin cortes recurrentes o exigirle que repare de una buena vez la Ruta 3, que desde Río Grande hasta Ushuaia es una invitación a la catástrofe para quienes la transitan.
Nada de eso; simplemente eligió esconderse, victimizarse -'Milei nos trata mal'- y no hacerse cargo de reclamarle cara a cara al presidente todo aquello que Tierra del Fuego necesita para dejar de retroceder.
Eso sí, tras las elecciones de octubre, la Legislatura va a volver a sesionar y antes de fin de año, el proyecto que habilita la salmonicultura, impulsado por La Libertad Avanza, será finalmente aprobado. ¿Quiénes apoyan la polémica propuesta? La bancada del Partido Justicialista (PJ), de Walter Vuoto y la de FORJA, de Gustavo Melella. Para ciertos negocios, no hay grieta ni divisiones.
Corrido de la escena electoral y con apariciones esporádicas, Walter Vuoto también eligió subirse al colectivo del absurdo. No lo hizo personalmente -menos mal- ni a través de las redes sociales, donde su última actividad fue hace poco más de una semana.
Por el contrario, eligió a sus aliados y secuaces más obsecuentes, entre los que se cuenta el líder sindical Ramón 'Moncho' Calderón, el mismo que pronto irá a juicio por haberse visto involucrado en un tiroteo en octubre de 2024, frente a un local del Partido Justicialista, mientras dentro el flamante presidente del PJ fueguino, Walter Vuoto, daba uno de sus primeros discursos como titular de dicho partido en la provincia.
El representante del sindicato gastronómico decidió encabezar una especie de acto de desagravio en cercanías del lugar donde iba a presentarse Milei. Ataviado completamente de negro y con micrófono en mano, lanzó las habituales diatribas contra Milei. 'Viene a victimizarse', 'nos está hundiendo' y 'no le importan los trabajadores' fueron algunas de las remanidas consignas que vociferó.
Lo que no esperaba Calderón era el rechazó generalizado de los ocasionales transeúntes y especialmente de aquellos que tenían cierta expectativa de poder escuchar a Milei en las calles de Ushuaia.
Entre silbidos e insultos varios, Calderón fue interrumpido en varias oportunidades. 'Andá a laburar', le gritaban los presentes. El cierre fue peor que el principio: el sindicalista no tuvo mejor argumento ante los abucheos que gritarles a los presentes 'en las urnas les ganamos'.
Si algo no le podía faltar a la llegada de Milei a Tierra del Fuego era la intervención de los sindicatos. Bajo la consigna 'Milei no sos bienvenido' decidieron marchar a Ushuaia para hacerle saber al presidente el descontento que existe en la provincia por las medidas que impulsa desde su gestión.
Pero más allá de la premisa original -que sabrán ellos si pudieron cumplir o no-, la decisión de movilizarse desnudó el cinismo y las divisiones que imperan en el ámbito, donde hace tiempo la palabra 'unidad' no es más que una desvalorada entelequia.
Porque la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) volvió a mostrar dos caras, como hace tiempo sucede. Mientras Oscar Martínez lideró a un grupo que desde Río Grande reclamó -con legítima validez- certezas acerca del futuro de la actividad en el norte de la provincia, en Ushuaia, Héctor 'Colo' Tapia brilló por su ausencia, como suele ocurrir.
Es más, hay quienes aseguran que la comitiva oficial pudo desembarcar en Newsan precisamente por acciones oficiosas del propio Tapia. Cuesta creerlo. Sin embargo, lo que es evidente es que mientras el gremio metalúrgico en Río Grande plantea que la industria fueguina está en peligro, en Ushuaia parecen no enterarse.
Y por ahí andaba el sindicato docente. Aliados -¿o socios?- del gobierno provincial que también se plegaron a la jornada de protesta. El mismo sindicato que dejó sin clases a los estudiantes más de la mitad de los días de clases del presente año, no se podía perder una jornada de este tipo. Eso sí, un rato antes las autoridades del gremio anunciaban que el sector irá nuevamente al paro, esta vez por 48 horas.
Para redondear la postal perfecta, no podía faltar ATE, el mismo sindicato que unos días antes expresaba públicamente que iba a apoyar electoralmente a Fuerza Patria, la alianza donde abrevan las patronales que 'hambrean' a los trabajadores estatales que ellos representan.
A tono con tanto absurdo, Carlos Córdoba sumó su punto de vista en una jornada violenta. El referente de los estatales precisó que Milei forma parte de 'un grupo de gente que son cagones, idiotas, estúpidos y que tienen todo tipo de formas en contra de los trabajadores y en contra del pueblo, hambreando siempre al pueblo'.
Hace mucho tiempo que Tierra del Fuego se convirtió en tierra de oportunidades perdidas. Y la de este lunes en Ushuaia, parece ser la mejor expresión de ello. La presencia de Javier Milei en la provincia no debió haber sido más que la excusa perfecta para que el gobernador convoque a todos los sectores, se ponga al frente de una manifestación conjunta, masiva y pacífica para reclamarle a Milei las respuestas que la provincia demanda.
Sin embargo, Melella, Vuoto y los sindicatos y sus representantes decidieron hacer la más fácil: no hacer nada, mientras parece que hacen mucho. Quejarse, protestar a través de las redes sociales y agitar un clima violento que desborde al más mínimo desmán, sin entender que ese juego era el que más le convenía a Milei, fue la estrageia elegida.
Como era de esperarse, las tapas de los diarios reflejaron el escenario que más le conviene al presidente libertario. 'Milei debió suspender el acto de campaña en Ushuaia por protestas del kirchnerismo y retornó a Buenos Aires', publicó Infobae; en Clarín el título principal rezaba: 'Milei arrancó la campaña en Ushuaia, pero tuvo que suspender una caminata por una protesta del kirchnerismo' y La Nación, por su parte publicó: 'Milei llevó la campaña electoral a Tierra del Fuego, donde aceleró un acto para evitar incidentes entre sus militantes y manifestantes opositores'.
Otra oportunidad perdida por aquellos que hicieron de lo irracional un hecho repetitivo que de tanto repetirse, se normalizó. Porque en Tierra del Fuego, el absurdo parece ser una estrategia deliberada para confundir a la ciudadanía o desviar la atención de problemas más importantes.
A la luz de los hechos, y en una jornada donde el desborde caminó al filo de la cornisa, nuestras peores sospechas se confirmaron: Javier Milei tienen en Tierra del Fuego a sus mejores jefes de campaña. Se llaman Gustavo Melella y Walter Vuoto.
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